Penales de Hidalgo, con cifras reprobatorias: CNDH

Aunque mejoraron en su calificación, las condiciones de los Centros de Reinserción Social en Hidalgo se mantienen en número reprobatorios, de acuerdo con el balance del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2023 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) bajo.

El reporte del ente nacional, que revisa el sistema penitenciario en el ámbito estatal, federal, militar, femenil y para personas con enfermedades mentales y adolescentes, registró los 13 correspondientes a Hidalgo.

La CNDH ubicó a los centros penitenciarios de Hidalgo con una calificación de 5.70, lo cual representa más un punto más a favor respecto a 2022, cuando los centros de reclusión de la entidad recibieron 4.63.

No obstante, dentro del ranking Ia mayoría de los Ceresos de Hidalgo fueron reprobados o se ubican en condiciones no satisfactorias en la escala del 0 al 10.

De los 13 penales, cinco reportaron una calificación menor a 5.9 puntos en la escala del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, mientras que 8 se encuentran en la escala del 6 a 7.9 puntos.

¿CÓMO QUEDARON?

Los Ceresos de Ixmiquilpan, de Huichapan, Jacala, Molango y Tenango de Doria no lograron los 5 puntos de calificación.

En el caso del penal de Ixmiquilpan, cuyo promedio es de 4.77, la CNDH observaron deficiencias en el sistema de salud, falta de prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección, hacinamiento, carencia de condiciones de higiene, así como la presencia de autogobierno y/o cogobierno; es decir, que los internos actúan como autoridades penitenciarias.

En el de Huichapan, con calificación de 4.79 puntos, junto al hacinamiento y sobrepoblación, también existen condiciones de higiene deplorables, mientras que en las condiciones de gobernabilidad el factor negativo se centra en la insuficiencia de personal de seguridad y custodia.

En el caso del Cereso de Jacala, que es el peor evaluado en la entidad con 3.57, registra tiene los mismos vicios de los otros dos centros penitenciarios, así como la falta de capacitación de su personal de custodia, acciones de autogobierno por parte de los internos, deficiente integración del expediente técnico-jurídico, deficiente separación entre personas procesadas y sentenciadas, una inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad, entre otras.

La cárcel de Molango, con 4.78 puntos de calificación, registró la presencia de actividades ilícitas al interior, lo cual converge con el autogobierno o cogobierno y la insuficiencia o inexistencia de actividades deportivas y educativas.

En tanto, el centro de reclusión de Tenango de Doria obtuvo una calificación de 4.45 puntos, que reporta las misma conductas que los anteriores, con limitaciones y alcances, además de que los internos tienen atribuciones de autoridades penitenciarias, conducta que se observa con en los cuatro penales reprobados.

Los centros de reclusión en medianas condiciones son el de la Huasteca hidalguense, Pachuca, Tula de Allende, Tulancingo de Bravo, Actopan, Mixquiahuala, Apan y el femenil de Pachuca, en cuyas deficiencias se pueden observar en los servicios de salud, sobrepoblación, insuficiencia en personal de custodia, falta de separación entre procesados y sentenciados, así como inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad.

De forma general, cumplen con las condiciones materiales e higiene de instalaciones para la comunicación con el exterior, la inexistencia de cobros como extorsión y/o soborno, se aplica la normatividad que rige al centro y se aplica procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, entre otras.

En el caso del Cereso de Pachuca, que posee la mayor cantidad de personas privadas de libertad (PPL) en la entidad, el reporte que hay presencia de actividades de cogobierno o autogobierno en su interior, y con ello la presencia de actividad ilícitas entre la comunidad penitenciaria. No obstante, hay inexistencia de cobros bajo extorsión y/o sobornos.

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