Tras salir del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca a la 20:13 horas de este viernes por obtener la suspensión condicional del proceso en su contra por los delitos de sedición, lesiones y ultrajes a la autoridad, Carlos Mauricio Hernández García y Maycon Jonathan León ofrecieron una disculpa pública, la segunda en un día.
“Quiero pedirles una disculpa pública a ustedes, a todos ustedes, tanto a la ciudadanía como a las víctimas”, señaló afuera del penal Carlos Mauricio, acompañado de su abogado.
Tras pasar detenidos 14 días acusados por la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) de hechos violentos y agresión a policías en la marcha del 8 de marzo, dijo que ser procesados fue “un lección muy fuerte”.
La verdad es una experiencia que no se le desea a nadie, creo que fue un lección muy fuerte para dos chavos de 23, 24 años, pues creo que con esto aprendimos”, expresó.
Aseveró que el video de seguridad de la barbería en la que se encontraban el día de los hechos, el cual presentó su defensa como prueba para desestimar su participación y fue difundido por amigos y familiares en redes sociales, fue “completamente mucho antes de la marcha”.
La postura difiere de la que asumieron sus familiares antes de su vinculación a proceso, cuando acusaron irregularidades en su detención, abuso de autoridad y rechazaron su presunta responsabilidad.
Al igual que su compañero, Carlos Mauricio sostuvo que sus “únicas palabras” durante su paso en prisión fueron con sus abogados y familia.
“Quiero pedirles una disculpa públicamente (…) quiero pedir una disculpa, que no lo vuelco a hacer”, añadió Maykon Jonathan.
Sobre el trato que recibió en prisión, Carlos Mauricio lo consideró simplemente acorde.
No pudo decir (que el trato fue) de lo mejor porque sería una mentira, pero creo que nos trataron acorde”, dijo.
Cuestionado si le parecía correcto que las autoridades penitenciarias los hubieran rapado antes de ser vinculados a proceso el pasado 14 de marzo, rechazó opinar: “No voy a hablar de ese tema”.
También evadió, asesorado por su abogado, responder si no consideraba un exceso el proceso en su contra por los tres delitos ni si ello sentaba un mal precedente en la entidad.
También agregó que se deslindaba de la persona que dijo ser su primo, en referencia a quien el martes pasado acudió a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) para exigir su intervención en el caso y acusó incomunicación de los imputados.
Antes de retirarse de las instalaciones del Cereso de Pachuca, ambos dijeron estar “arrepentidos”.
Previamente, en audiencia realizada alrededor de las 15:00 horas el juez de control Raúl González Berrera concedió la suspensión condicional del proceso en su contra, por lo que deberán pagar 50 mil pesos en 24 meses para reparar el daño a cuatro mujeres policías que la fiscalía afirmó que resultaron lesionados por la confrontación en el 8M.
Entre las condiciones establecidas, los jóvenes también ofrecieron una disculpa en la sala 8 de los juzgados de oralidad de Pachuca.
Editor general, reportero
