Dentro del Parque Nacional El Chico hay 519 hectáreas afectadas por la presencia de tres especies de gusano descortezador, lo cual causó el derribó de por lo menos de 2 mil 600 metros cúbitos de árboles dentro de un área de 31 hectáreas atendidas por las instancias de medio ambiente del gobierno estatal, afirmó el director general del Consejo de Administración, Rafael Manuel Islas Borbolla.
Dentro de una reunión de trabajo sobre el rubro de sanidad forestal realizada en la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Congreso de Hidalgo, se abordó la situación complicada por la que pasa el emblemático sitio natural, debido a la amenaza por la presencia de este bicho que afecta a tres especies: oyamel, pino y encino.
El directivo expuso la magnitud de la presencia del insecto, el cual se encuentra en 519 de las 2 mil 739 hectáreas que comprende el parque; es decir, el 19 por ciento del área se ve afectado por la presencia de al menos tres tipos de descortezadores.
Por las plagas, refirió el administrador de El Chico, estimaron el saneamiento o derribo de mil 640 metros cúbicos dentro de un perímetro de 31 hectáreas; sin embargo, la reproducción del insecto hizo que la plaga se extendiera y aumentara en mil metros cúbicos más la estimación.
Nos alcanzó, logramos 2 mil 600 metros (cúbicos) en 13 hectáreas, o sea, fue tan rápido el desarrollo del bicho que nos ganó; entonces, eso es lo más preocupante del caso, ahorita dentro del parque, aproximadamente tenemos de una manera muy cercana 319 hectáreas, perdón 519 hectáreas afectadas”, expuso.
Islas Borbolla agregó se hizo una reorganización para realizar actividades de la delimitación del área afectada, la capacitación de las brigadas para tener una aplicación adecuada del tratamiento a las especies infectadas, así como llevar a cabo el derribo del largo, el troceo, la fumigación el descortezado y la quema de puntas y corte pata inservible como punto de combustible para los insectos.
Agregó que el gobierno de Hidalgo dio 3 millones de pesos para la conservación de las 31 hectáreas donde se encuentra el volumen de árboles afectados, con el fin de que no sea vendida, por lo cual se encuentran en la última fase de fumigación para que los ejidatarios lo empleen como sedero y cercarlo.
Ante los invitados al encuentro, el representante pidió la suma de esfuerzos para atender el problema, pues dijo que ese fenómeno está ocurriendo en bosques de toda la entidad.
Posteriormente, refirió que aproximadamente hace año se disparó la plaga, con una proliferación muy rápida del gusano descortezados, tras seis años de conocimiento sobre la presencia del bichos en el parque nacional.
Ante la velocidad con la cual se reprodujo el insecto, el administrador del bosque negó que las autoridades ambientales fueran negligentes en atender el problema, puesto que una vez que se detectó la presencia se hicieron los estudios y acciones.
Sin embargo, atribuyó el crecimiento inusual de la plaga al cambio climático y con ello la sequía prolongada que se tuvo: entre siete a ocho semanas con temperaturas de entre 24 a 26 grados en un parque que no superaba los 15 grados centígrados. Ello, agregó, derivó en un “caldo de cultivo” para el gusano, pues su ciclo de reproducción de dos veces al año pasó a tres.

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