El acceso a servicios de salud para la comunidad trans sigue siendo un reto pendiente en México, obstaculizado en gran medida por el estigma y la discriminación. “La barrera más grande para las personas trans en la búsqueda de atención médica sigue siendo el estigma social y la discriminación institucional”, declaró Sasha Martínez, líder de la organización Vidas Diversas.
Para contrarrestar estas barreras, dijo, en Vidas Diversas implementamos programas de educación y apoyo psicológico, enfocados en el empoderamiento de la comunidad trans y la sensibilización de la sociedad en general. “Es esencial proporcionar espacios seguros donde las personas trans puedan acceder a servicios de salud sin miedo al juicio o al rechazo”, dijo y resaltó la importancia de la inclusión y el respeto en el camino hacia una atención de salud equitativa.
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Por su parte y al reconocer la labor realizada por la sociedad civil, Diana Oliva, directora asociada para Participación y Promoción de la Comunidad en México y Latinoamérica para la biofarmacéutica Gilead expuso que “valoramos profundamente el trabajo incansable de la sociedad civil, estamos comprometidos a apoyar sus esfuerzos para superar el estigma y, con ello, mejorar el acceso a la salud”.
La lucha de la comunidad trans por el reconocimiento y la igualdad ha demostrado una resiliencia y valentía notables. A lo largo de los años, su esfuerzo incansable ha abierto caminos hacia la aceptación y ha forjado cambios significativos en la percepción pública y las políticas de salud. Esta historia de lucha y progreso ha permitido continuar avanzando hacia un futuro más inclusivo.
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La victoria en esta lucha requiere un enfoque colectivo, que involucre no solo a las autoridades y la iniciativa privada, sino también a la sociedad civil y organizaciones de la comunidad trans. “Superaremos estos retos sensibilizando, educando y trabajando juntos para crear una sociedad donde la igualdad de acceso a la salud no sea solo un ideal, sino una realidad para todos”, concluyó Sasha Martínez.
